martes, 6 de mayo de 2014

Mendelssohn. Oratorio Paulus -1-

Durante el tiempo de Pascua leemos en la liturgia el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Junto a la narración del nacimiento de la Iglesia, ocupa un papel central la figura de san Pablo. Por eso, vamos a comenzar la audición del célebre oratorio Paulus, de Mendelssohn, encargado por la Asociación de Santa Cecilia de Frankfurt, en 1831. Mendelssohn se propuso seguir los modelos de Bach y de Haendel, mezclando textos tomados directamente de las Escrituras, con arias y corales a modo de comentario. En 1834 estuvo finalizado el texto del Oratorio, comenzando el músico el trabajo de la composición, que estuvo finalizada en 1836, estrenándose la obra el Pentecostés de 1836 en Düsseldorf. Mendelssohn todavía alteró algunas partes de la obra, cuando la preparó para su impresión, preparando también una traducción al inglés, que fue estrenada en Liverpool en 1836.

Nosotros escucharemos hoy los tres primeros números: la Obertura, el Coro Herr, y el Coral Allein Gott; interpretado por el Coro de la Universidad de Munich y la Orquesta del Collegium Musicum de Munich, dirigidos por Johannes Kleinjung. La interpretación fue ejecutada en el concierto del  17 de julio de 2011, en el Aula Magna de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich.


Nr. 1 OUVERTÜRE

Nr. 2 Chor 
Herr! Der du bist der Gott, der Himmel und Erde und 
das Meer gemacht hat. Die Heiden lehnen sich auf, 
Herr, wider dich und deinen Christ, Und nun, Herr, 
siehe an ihr Drohn und gib deinen Knechten, mit aller 
Freudigkeit zu reden dein Wort.

Nr. 3 CHORAL
Allein Gott in der Höh' sei Ehr und Dank für seine 
Gnade; darum, daß nun und nimmermehr uns rühren 
kann kein Schade. Ganz unermess'n ist seine Macht, 
nur das geschieht, was er bedacht. Wohl uns, wohl uns 
des Herren!

1. OBERTURA

2. CORO
¡Señor! Tú eres nuestro Dios, creador del cielo, 
tierra y mar. Los infieles se rebelan 
contra el Ti y tu Mesías. Y ahora, oh Señor, 
oye sus amenazas y permite a tus siervos 
difundir tu palabra con toda libertad.


3. CORAL
Sólo Dios sea alabado en las alturas y 
demos gracias por su misericordia; 
nunca más seremos confundidos. Infinito 
es su poder, el único que resplandecerá. 
¡Alegrémonos en el Señor!

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