sábado, 20 de julio de 2013

Vivaldi. In exitu Israel de Egypto.

La primera lectura de la Eucaristía anuncia la salida de Israel de Egipto, el fin de la esclavitud y el comienzo del Éxodo. Este acontecimiento se convirtió en oración con el salmo 113: In exitu Israel de Egypto. Es una oración pascual, una alabanza al Dios salvador de Israel. Como tal ha sido también leído por la piedad cristiana. Sobre este texto, compuso Antonio Vivaldi un motete para cuatro voces, cuerda y bajo continuo (RV 604). Se trata de una obra encantadora, típica del músico veneciano.



In exitu Israel de Aegypto,
domus Jacob de populo barbaro.

Facta est Judaea sanctificatio eius,
Israel potestas eius.

Mare vidit, et fugit:
Jordanis conversus est retrorsum.

Montes exsultaverunt ut arietes:
et colles sicut agni ovium.

A facie Domini mota est terra,
a facie Dei Jacob:

qui convertit petram in stagna aquarum,
et rupem in fontes aquarum.


Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente, Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.


El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros, las colinas, como corderos.

¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros, colinas, que saltáis como corderos?

En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en manantiales de agua.

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